Existen diferentes versiones de cables para cargas en modo 2. Normalmente estos cables para la recarga en tomas de corriente domésticas son suministrados por los concesionarios junto con el vehículo. Así, los usuarios se aseguran poder cargar siempre en cualquier instalación eléctrica que no necesariamente debe estar preparada para la recarga de vehículos eléctricos en caso de emergencia.
La comunicación entre el vehículo y la red eléctrica se realiza a través de una caja incorporada al cable, la "In-Cable Control Box", o ICCB. Los cables de carga en modo 2 más avanzados vienen con una toma industrial tipo CEE (comúnmente conocidas como "Cetac" en Canarias) que permiten aprovechar una mayor potencia de carga, de hasta 22 kW.